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Del 2 al 6 de mayo, se ha celebrado en Roma la XXII Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), este año con el lema: “Abrazar la vulnerabilidad en el camino Sinodal”.

Madre Martina Espinal, Superiora General de las Siervas de Jesús de la Caridad, ha participado en el encuentro de forma presencial, junto a casi 600 Superioras Generales, procedentes de todo el mundo.

Han sido días de una rica experiencia espiritual y fraterna, pero el broche de oro de la semana ha sido la audiencia con el Santo Padre en el aula Pablo VI del Vaticano.

El Santo Padre, que llegó al aula en silla de ruedas, puso como ejemplo el momento en el que Jesús lavó los pies a Pedro en la última Cena para invitar a las religiosas a “acompañar el discernimiento en sus comunidades, a entrar en esa escena del lavatorio de los pies, recorriendo ese camino de Iglesia, y a vivir la autoridad como servicio”.

El Papa Francisco, también les pidió: “no tener miedo en esta búsqueda de nuevos ministerios y de nuevas formas de ejercer la autoridad evangélicamente”. “Que no sea una búsqueda teórica e ideológica, sino una búsqueda que parta del acercamiento a los pies de la humanidad herida y del caminar al lado de las hermanas y los hermanos heridos, comenzando por las hermanas de sus comunidades”.

En esta línea, el Santo Padre, ensalzó también la figura de María Magdalena, quien “conoce muy bien lo que significa pasar de una vida desordenada y frágil a una vida centrada en Jesús y en el servicio del anuncio”.

Igualmente, pidió el Santo Padre a las religiosas, participar del camino sinodal y aseguró que de ellas “se espera que sean tejedoras de relaciones nuevas para que la Iglesia no sea una comunidad de anónimos, sino de testigos del Resucitado, a pesar de nuestra fragilidad”.

Ha sido una Asamblea Plenaria de la que se espera mucho fruto, para mayor gloria de Dios, a pesar de nuestra fragilidad.