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Del 13 al 15 de enero, en un ambiente de fraternidad y oración, se ha llevado a cabo la Asamblea de Superioras de la Provincia Virgen del Pilar en la Casa Provincial en Madrid, con la presencia de nuestra Madre General, Madre Martina Espinal, Madre Socorro Martínez, Superiora Provincial, las Madres del Consejo Provincial y las Superioras de las comunidades que conforman esta Provincia.

Ha acompañado la Asamblea, Juan de Dios Serrano Rodríguez, Psicólogo General Sanitario. Un hombre enamorado y admirador de Santa María Josefa y del Carisma de las Siervas de Jesús de la Caridad: “Amor y Sacrificio”, al que ha hecho alusión en todo momento para reforzar desde ahí con gran interés y dedicación el tema de la Asamblea: “Abrazar nuestra vulnerabilidad con su potencial transformador”. Lo ha desarrollado en cuatro puntos:

1.- REPENSAR LA MISIÓN DESDE LA ÉTICA DE LA VULNERABILIDAD

La sociedad actual invita a la invulnerabilidad, esconde la debilidad: enfermos, ancianos, pobres, etc. Por lo mismo, el ser humano ha perdido su esencia, desde allí se cree autosuficiente, se aísla, no necesita de nadie. Pero la autosuficiencia no es lo propio del ser humano. La auténtica autonomía incluye la dependencia, todos somos vulnerables y, por tanto, descubrir que todos dependemos los unos de los otros para vivir humanamente.

2.- ABRAZAR NUESTRA PROPIA VULNERABILIDAD

El vocablo vulnerabilidad (del latín vulnerare, herir) designa la capacidad de ser herido, o contar con una sensibilidad para sufrir daño o experimentar un mal. Esto significa que el ser humano no sólo es vulnerable, sino que, además, puede hacerse cargo, conductual, mental y emotivamente de su situación vital. Abrazar la propia vulnerabilidad es la ruptura con nuestra propia autosuficiencia. El reconocimiento de la precariedad y la vulnerabilidad propias, nos harán disponer nuestra empatía para engrandecer la compasión por el dolor ajeno.

3.- COMPASIÓN POR LA VULNERABILIDAD

La palabra compasión proviene del término latino cumpassio que significa ‘acompañar’. Acompañar desde la compasión es difícil porque requiere la disposición interna de ir con los otros, allí donde se sienten débiles, vulnerables, solos, deshumanizados y rotos. La compasión por la vulnerabilidad: pararnos ante ella, escucharla, implicarse con ella, abrazarla, ser flexibles. Las prisas nos hacen perder la oportunidad de ser compasivas. Es importante saber que escuchar es más que tener la capacidad de oír las palabras de los demás. Es, principalmente, poseer la capacidad de dejar de oír nuestras propias palabras, dejar fuera nuestro ego.

4.- LAS VULNERABILIDADES EN EL SIGLO XXI

En general, la sociedad moderna ha desestimado el significado de la vulnerabilidad humana, la cual, la ignora, oculta o evade. El momento histórico en que vivimos intenta por todos los medios a su disposición eliminar el sufrimiento, la anormalidad y la discapacidad en sus diversas formas, y todo ello con el objetivo de generar seres humanos perfectos, no de acuerdo a un ideal humanístico o religioso, sino según conveniencia política, económica y consumista. Por eso es importante sabernos vulnerables porque nos descubre, nos interpreta y nos interpela para aproximarnos al otro como realidad que construye relaciones, conforma sociedades y nos vincula a la humanidad vulnerable y sufriente. Sabernos frágiles nos libera de esa ficción de fortaleza inquebrantable para permitirnos reconocer nuestro lado vulnerable y necesitado, pero también para dejarnos descubrir nuestro lado generoso, capaz de dejarse afectar y atravesar por los demás.

Por eso, en estos tiempos de organización desorientada, de gestión deshumanizada y de ética desmoralizada, nada debe quitarnos nuestra compasión por la vulnerabilidad humana desde nuestro carisma de Amor y Sacrificio.

Los dos primeros días han sido muy intensos y podemos resumirlos en pocas palabras: Es necesario llegar a reconocer que todos somos débiles y dependemos constantemente unos de otros para vivir humanamente. Que debemos cuidarnos para poder cuidar y acompañar.

El tercer día, presidido por Madre Martina Espinal y Madre Socorro Martínez ha estado dedicado a recopilar y compartir lo recibido los días anteriores, y así a través del diálogo ir poco a poco aterrizando en la realidad de nuestras comunidades para poder buscar juntas caminos que nos ayuden a seguir impulsando, entusiasmando y animando a nuestras hermanas desde nuestra vulnerabilidad. No es fácil, pero con la ayuda de Dios y la intercesión de nuestra Santa Madre haremos este camino de Amor y Sacrifico, cuidándonos con ternura.

Siervas de Jesús de la Caridad

“Abrazar nuestra vulnerabilidad con su potencial transformador”.

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