Las Hermanas mayores, lo mismo que toda persona mayor, merecen mucho respeto, cariño y atención. Por eso, buscando lo mejor para ellas, se ha remodelado la casa de Burgos porque se lo merecen todo.
El día 20 de Septiembre, se bendijo la nueva casa. En una solemne Eucaristía presidida por el Excmo. Sr. Arzobispo de Burgos, Mons. Fidel Herráez, con quien concelebraron trece sacerdotes, se dio gracias a Dios por haber terminado las obras felizmente.
Estuvo presente Madre Soledad García, Superiora General, así como un gran número de Madres y Hermanas de otras comunidades y muchos familiares y amigos de la comunidad, resultando un día de gozo y alegría para todos.
Finalizada la Eucaristía se ofreció un refresco a los invitados. Después, Mons. Fidel Herráez comió con la comunidad, que disfrutó muchísimo escuchando sus enseñanzas y anécdotas.
Las Hermanas mayores ya están acomodadas en su nueva casa y sobre todo atendidas con mucho cariño.