Sor Carmen Señor
Sor Susana Mallo, SdJ.
Del 2 al 4 de noviembre, Sor Carmen Señor y Sor Susana Mallo, hemos asistido en Roma a un curso sobre la Evangelización en la Iglesia y la extensión del Reino de Dios y sobre cómo llevar a la humanidad la luz de la fe.
El primer día, el encuentro estaba distribuido en tres lugares diferentes: La Iglesia de S. Ignacio de Loyola, la Basílica de Santa María sobre Minerva y la Basílica de S. Andrés del Valle, todo según los temas que se eligiesen.
Nosotras elegimos la Iglesia de S. Ignacio y allí los temas fueron:
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Sobre la Evangelización
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Enviados a Evangelizar el mundo
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La Comunidad
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Carisma y Misión
El desarrollo de los temas ha sido buenísimo, dando mucha luz y claridad sobre como la Iglesia desea poner acciones para llevar el mensaje y el evangelio a todos los hombres.
Al día siguiente, ya todo fue en el Aula Pablo VI, donde algunas veces el Papa tiene la Audiencia de los miércoles.
Aquí los temas fueron:
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Llamados, transformados y enviados
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El Sí de María, que cambió la historia
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Como renovar la Iglesia
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Los dones de la oración
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Capacidades naturales y sobrenaturales, ordinarias y extraordinarias
El tercer día, también en el Aula Pablo VI, los temas fueron:
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El Bautismo en el Espíritu Santo
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Unidad de los cristianos
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Servicio a los pobres
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Creatividad del evangelio
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Discernimiento y misión
Entre los ponentes, (todos eran internacionales) se encontraban:
S.E.R. Cardenal Kevin Farrell (Dicasterio de laicos y familia)
S. E.R. Cardenal Raniero Cantalamesa OFM.
S.E. Mons. Peter Leslie Smith (Unidad de los cristianos)
Mons. Lucio Ruíz (Sinodalidad digital)
Discernimiento y misión, corrió a cargo de Su Santidad el Papa Francisco.
El encuentro finalizó con un concierto por la paz, que estuvo a cargo de músicos de Ucrania, Rusia y otros países del Este.
Salimos llenas de gozo y con muchos deseos de transmitir lo vivido a nuestras comunidades y a nuestros hermanos laicos, para los que pedimos una bendición especial.
Que Dios bendiga a Madre Martina, nuestra Madre General, a quien agradecemos la oportunidad de haber hecho este curso. Que a través del aire fresco del don de Dios que hemos recibido, sepamos renovar nuestra entrega y entusiasmo de vida como María y podamos decir cada día: Si, aquí estoy.