El día 14 de agosto, víspera de la festividad de la Asunción de la Virgen, se ha celebrado en Bilbao, la IV Procesión Náutica de la “Amatxu de Begoña”.
Con gran alegría, Madre Martina Espinal, Superiora General, con dos Madres del Consejo y varias hermanas de la comunidad de la Casa Madre, acompañaron el último tramo de la procesión, quizás el más emotivo, porque es cuando la embarcación que lleva a la Virgen pasa bajo el puente de “La Salve”, se detienen y se canta la Salve a la Virgen.
Este es el primer punto de la Ría desde el que, viniendo de alta mar, se ve el santuario de Begoña donde, cuenta la tradición que, los marineros cuando regresaban agradecían el haber vuelto sanos y salvos, se detenían en este lugar y cantaban la salve a la “Amatxu de Begoña».
Después, continúa la procesión hasta llegar frente al ayuntamiento de Bilbao, donde se realiza el desembarco y desde allí se sigue acompañando a la Virgen hasta la Iglesia de San Nicolás y se la despide con gran cariño.
Aunque el cielo estaba nublado y en algunos momentos cayeron algunos chaparrones, no fue obstáculo para acompañar y manifestar nuestra fe y amor a la Madre del cielo, ese amor a la Virgen, inculcado por Santa María Josefa a sus hijas. Ella nos decía: “Pasen bien las fiestas de la Asunción de la Virgen; no me olvidaré de encomendarlas a Nuestra Señora de Begoña, ya que le estamos haciendo su novena para que como Patrona de Vizcaya derrame sobre esta Provincia sus consoladoras bendiciones y les dé la fortaleza a todos sus habitantes para confesar a Jesucristo y defender su santa religión” (Carta, 10 de agosto de 1910)
La procesión con la Virgen de Begoña fue la preparación para celebrar la hermosa festividad de la Asunción de la Virgen, una fiesta que nos dice que nuestro destino es estar junto a Dios, que hemos nacido para ser felices como María, que nuestra vida entregada al Señor es un continuo magníficat.
Siervas de Jesús
Bilbao, Casa Madre
14 de agosto de 2024
