En la comunidad de Puerto Colombia, celebramos con mucha alegría y con un corazón agradecido a Dios, la Fiesta de nuestra Madre Fundadora y los 45 años del «Hogar Infantil, Santa María Josefa».
Comenzó la celebración con juegos artificiales, invitando a la población a unirse a los festejos. A continuación, fue la alborada, con caravana en honor a nuestra Patrona, como llaman los lugareños a santa María Josefa. La caravana recorrió las principales calles del municipio, uniéndose a ella el personal que trabaja en el Hogar Infantil: profesoras, padres, vecinos, bienhechores, y sobre todo los niños. Animó el señor Wilfrido Castro. Todos llevaban en sus coches o motos la bandera de Puerto Colombia. Las Siervas de Jesús sentíamos un gran gozo al ver y sentir el cariño de los porteños hacía nuestra santa Madre.
Finalizado el desfile, tuvimos la celebración de la Eucaristía por la Solemnidad de santa María Josefa del Corazón de Jesús y en acción de gracias por los 45 años del Hogar Infantil.
La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Barranquilla, Mons. Pablo Emiro Salas, con quien concelebraron Mons. Dimas Antonio Jiménez, nombrado recientemente obispo de El Banco – Magdalena y Mons. Edgar Mejía Orozco, Obispo Auxiliar de Barranquilla; también por los Padres: Jaime Barrios, párroco del Santuario, nuestra Señora del Carmen y P. Jaider Lázaro, sacerdote encargado de la Célula Pastoral santa María Josefa.
Monseñor Pablo, enfocó su homilía en la primera lectura del libro de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí”. Dijo: “Queridos hermanos, esto es una afirmación que también nosotros podemos profesar, porque somos ungidos del Señor.
Cuánta gente generosa vemos en la Iglesia, cuánta entrega y servicio brota justamente por darse cuenta de la grandeza de ser hijos de Dios. Cuántos mártires, cuántos santos tenemos en la Iglesia porque se han sabido ungidos de Dios, ungidas del Señor. Santa María Josefa es una de ellas. Hubiera podido quedarse como cualquier joven de su época haciendo lo que hace todo mundo, pero ella al darse cuenta como bautizada, que era ungida de Dios, se puso al servicio del Señor, de los más pobres, de los enfermos, de los niños, y hoy la tenemos en los altares.
Después de la celebración de la Eucaristía, tuvimos un «bazar gastronómico” con diferentes platos típicos de Colombia, participación artística de los niños del Hogar infantil y diferentes actividades recreativas para padres y niños.
Agradecemos a Dios por tantos beneficios recibidos y pedimos a santa María Josefa que siga acompañado este Hogar Infantil, para que sus hijas, las Siervas de Jesús continuemos llevando a Cristo a los niños de Puerto Colombia y a sus familias.
Desde Puerto Colombia