La misión compartida es construir y soñar:
“Unidos, todo un reto”
En 1962, en la celebración del Concilio Vaticano II, uno de los temas obligatorios y centrales fue restituir al laico, al seglar, su lugar imprescindible en la actividad de la Iglesia Católica, para que los laicos no sólo fueran objeto de la evangelización sino protagonistas y responsables de esta tarea; de ahí surgió el Documento del Concilio llamado «Apostolicamactuositatem» que está de dedicado al laico.
Porque se retire la comunidad religiosa de un Centro, la atención espiritual al enfermo no debe detenerse y no podemos anclarnos en el pasado, sino responder con nuevas formas a lo que el tiempo actual reclama.
Muchas de nosotras y en distintas ocasiones unas veces a nivel personal y otras,manifestado en público, nos hemos preguntado:
¿Quiénes son nuestros Laicos?
¿Qué van a hacer?
También es verdad que incluso los que de una manara más directa estamos a su lado no teníamos una respuesta correcta.
Pero hoy, ante lo que ha sucedido al dejar de prestar nuestros servicios en el Hospital de Avilés (Asturias), me limito a contar mi experiencia teniendo presente que, el ejemplo y las obras concretas, son la manera mejor de informar y construir.
Cuando tuve noticia de que la comunidad del Hospital de Avilés se retiraría de este centro me apresure a visitar el grupo de Laicos Siervos de Jesús de aquella ciudad. Tenía que animarles a seguir con el servicio religioso e invitarles a reflexionar sobre la importancia de su labor en esta hora y en este acontecimiento. Creía que allí no se podía acabar una historia de 130 años; que había enfermos que necesitaban sentir la cercanía de Dios en su dolor y que el espíritu de nuestra Congregación no les dejaba solos, sobre todo, teniendo en cuenta que este grupo es el más comprometido de España con nuestro carisma.
Llegué el día 19 de Mayo por la tarde y el día 20 ya mantuve la primera reunión con D. Víctor José Fernández Gaínza, capellán del Hospital y con Vicente Siegrist Trelles, director de la Adoración Perpetua de Avilés, interesado también en que el local destinado a Capilla no se destinara a otras actividades. En esta reunión quedamos en pedir al Dr. Guerra un encuentro para exponerle nuestras inquietudes.
El día 22 tuvimos la Eucaristía en la parroquia de San Nicolás de Bari donde renovaron las promesas 11 Siervos de Jesús.
La ceremonia estuvo cargada de significado por lo que suponía el relevo de las hermanas por los laicos, manteniendo el mismo carisma de santa María Josefa del Corazón de Jesús.
En su homilía D. Victor dijo que, la falta de vocaciones es real en los tiempos actuales pero aceptando los designios de Dios podíamos ver una muestra de su bondad y un signo de los tiempos en estos Siervos que hoy renovaban su compromiso de trabajar por los enfermos y necesitados. Así Santa María Josefa no se iría del pueblo de Avilés donde su devoción esta muy arraigada; de ello se han encargado todas las hermanas que pasaron por el hospital y ahora la atesoraran sus laicos.
D. Angel Garralda destacó la labor de las hermanas durante estos 130 años, siendo parte de la historia de Avilés, pero que ninguna de sus vidas había sido estéril por su ejemplo en el trato con los enfermos y quedaban los Laicos Siervos de Jesús para continuar con su buen hacer, ahora con la atención espiritual al enfermo y su familia.
Fue todo un testimonio para toda la gente que se había congregado para acompañar a las hermanas en esta Eucaristía.
El día 25 se unió a nuestras reuniones como representante de los seglares Franciscanos, D. Vicente Pañeda, delegado de Pastoral Seglar de Avilés párroco de Vista Alegre, también estuvo presente Alfredo García Baltar como Director Nacional y Local de los Laicos Siervos de Jesús de la Caridad.
En estos encuentros y puesta en común de opiniones, en los que estuvieron presentes también las hermanas, establecimos bien los conceptos que presentaríamos al Dr. Guerra, sobre todo, dar palabra a él, como director del Hospital que: el Capellán, los Laicos Siervos de Jesús, la Adoración Perpetua y los seglares Franciscanos se encargarían del servicio religioso del hospital al mismo tiempo, que solicitamos permiso para tener Adoración Eucarística todos los días de 8 a 20 horas.
A todo accedió gustoso pidiéndoles que llevaran algún distintivo para reconocerles como personal del servicio religioso.
Yo he vivido todo esto como un movimiento del Espíritu que hace nuevas todas las cosas.
Ciertamente se abre una nueva época para el hospital: Los Laicos Siervos de Jesús que las hermanas dejan en el hospital, junto con otros seglares, serán los protagonistas de la evangelización, ellos llegaran donde nosotras no podemos. Es todo un reto: Hacer lo mismo pero hacerlo de otra manara.
Esto nos lleva a pensar que la cuestión principal no es qué no vamos a hacer, que no podemos hacer, etc, sino lo contario: qué queremos hacer, que podemos ofrecer desde nuestro carisma a la gente, a la Iglesia Local y a la Iglesia Universal.
Que Santa María Josefa del Corazón de Jesús bendiga y ayude a estos seglares para que estén con el corazón muy cercano a los que sufren y vibren con sus dolores y esperanzas.
Les ayudará los momentos de oración en las horas de Adoración Eucarística y serán una bendición para el Hospital de Avilés. Esto es lo que de verdad pedimos al Señor.
Hna. Ascensión Martínez
Directora General del Laicado