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Personas Consagradas como Peregrinos de Esperanza en una Iglesia Sinodal”, así se titulaba el encuentro de los Superiores Mayores en Filipinas que tuvo lugar los días 9 al 13 de Septiembre del 2024, la segunda vez que se realiza desde que han unido la rama femenina y masculina de la Vida Consagrada.  Como previsto, el día 9, la Madre Hann Suyin Escobedo y una servidora, nos pusimos en camino hacia Tagaytay City, en la provincia de Cavite, donde tendrá lugar el evento, en la casa de espiritualidad de las Carmelitas Misioneras fundada por el Beato Francisco Palau y Quer. Por supuesto, fuimos cargadas de ilusión para esta experiencia de encuentro con centenares de Superiores Mayores procedentes de toda Filipinas. Entre otros que nos han dado la bienvenida, se destaca el Presidente de la Asociación de Vida Consagrada de Imus de la diócesis de Cavite y el Sr. Obispo Reynaldo Evangelista que celebró la Eucaristía de la inauguración. En su homilía nos inspiró diciendo que hay esperanza cuando se vive en comunión, cuando nos ayudamos, cuando gozamos juntos y cuando alabamos unidos. También nos recordó que, al ser posible evitemos la vida extravagante que a nadie complace, menos de parte de las personas consagradas a Dios.

Sin duda, ha sido un encuentro enriquecedor que anima, despierta, lanza y apasiona. El mero encuentro con otros, el compartir las experiencias, la escucha mutua, los distintos momentos compartidos como talleres, refección, recreación y paseo, etc. nos han infundido nueva sabia que parecen ampliar nuestro horizonte. A esto se añade las intensísimas conferencias de unos ponentes excelentes y expertos.  El hilo conductor de todas las ponencias ha sido la ESPERANZA, tan en consonancia con el actual Magisterio de la Iglesia, concretamente en relación con la preparación del Año Jubilar de la Esperanza y el sínodo de sinodalidad. Nos animaron a las que debemos ser animadoras/res de una congregación o de una provincia a ser instrumentos de esperanza, de gozo, de entereza y de valor. “Vivamos la esperanza desde la certeza que Dios esta con nosotros y labora con nosotros”, decía uno de los ponentes. Según otros,“la esperanza nos permitirá ver entre muchas sombras un camino hacia adelante, hacia la meta. Sin embargo, la esperanza no es estar pasiva.Si queremos que haya algún cambio o alguna mejora debemos confiar en Diosy actuar”.

Entre los temas, se destacan los siguientes:

  • Las prioridades teologales hoy en día
  • Los desafíos de la Vida consagrada de hoy
  • El estado de la Vida Consagrada en Filipinas
  • La respuesta de la Iglesia a las vicisitudes actuales
  • Derechos humanos en la actualidad
  • Sínodo de sinodalidad y más allá: los retos de la Vida Consagrada
  • El papel del Derecho Canónico en la Vida Consagrada Sinodal
  • Potenciar la sinodalidad en la vida consagrada

Por supuesto se compartió también temas que preocupan a la mayoría como el tema de las vocaciones, de la fidelidad en la Vida Consagrada, de la crisis global climática, de las legalidades y exigencias propias de la Vida Consagrada, etc. Para concienciarnos mas y al mismo tiempo animarnos a dar una respuesta concreta al clamor de nuestra madre tierra, nos llevaron a la “Granja Laudato Si” de la Congregación “Sociedad del Verbo Divino”.

Al llegar a la granja, nos quedamos todos maravillados.Realmente, ver la creacion bien cuidado y cultivado,eleva nuestra alma con mas facilidad al Creador. Nos explicaron que esto fue su respuesta a la invitacion del Papa Francisco, concretamente a su carta enciclica “Laudato Si” . Esta respuesta se concretó mas aún a raiz de la pandemia cuando los seminaristas/formandos de la congregacion estaban “encerrados’ y la comida escaseaba. El Rector entonces, con su gran vision mas alla, tomó una determinada determinacion y les hizo participes de su ideal a salir a la finca, cultivar y sudar su propia comida, asi nos relató el responsable de la comunicación quien nos dió la bienvenida.  Al parecer, en lo mas alto de la finca esta el Sagrado Corazon de Jesus como presidiendo todo el panorama.

Luego, hay una Capilla dedicada a la “Virgen del Pobre” desde donde la “Presencia Eucarística del Señor” acoge a todos los que vienen junto con la Virgen. Toda la finca nos recuerda de la fe y de la historia de la Salvacion, pues se ve por todas partes la belleza y los nombres de los Profetas, de los Santos, etc. Al disfrutar el paisaje, sin querer entonamos entre todos: “Laudato si, oh mi Signore”…

Como broche de oro, el Sr. Nuncio Apostólico a Filipinas, Rvdmo. Charles John Brown, compartió su tiempo de oro con nosotros. La primera parte ha sido un encuentro con él en un ambiente fraterno, de paz y esperanza. Nos propuso dos cosas bien claras, casi un imperativo: Preferencia a los pobres y preferencia privilegiada a los jóvenes. Los pobres nos necesitan, pero también dan sentido a nuestra misión. Nuestro Maestro se dedicó a los pobres, a los sencillos, a los necesitados y de ellos es el Reino de Dios. Nos dijo que los pobres deben tomar parte de nuestra vida. En segundo lugar, nos recordó encarecidamente que cuidemos de los jóvenes. Pues, estamos convencidas que son nuestro futuro por lo tanto debemos dedicarles atención, interés, tiempo, etc. para educarlos, formarlos, escucharlos, acompañarlos, evangelizarlos transmitiéndolos nuestra fe, nuestros valores, nuestra llamada, etc. Y, ¿cómo no? aprender de ellos.  Por último, como un padre que vela por sus hijos nos dijo. Vosotros superiores, no os encerréis en vuestras tareas administrativas en sus oficinas. No pierdan nunca el contacto personal con sus hermanos y hermanas, lo mismo con la gente. Salgan a su encuentro. El contacto personal es vital, sin olvidar por supuesto sus trabajos de oficina. Terminó asegurándonos de sus oraciones y de su cercanía ofreciéndose para todo lo que pueda ayudar. Entretanto, se dispuso a responder algunas preguntas de la asamblea.

Por último, nos dispusimos para la Eucaristía de clausura presidida por el Señor Nuncio, concelebrando los Sacerdotes, participantes de la asamblea. Amenizó la celebración Eucarística el coro de los religiosos del lugar que nos acoge, con sus verdaderamente voces angelicales. Además, nos llenamos de esperanza al ver tantas y tantos jóvenes religiosos, casi centenar de ellos, algunos de otros países asiáticos. Con esta Eucaristía, elevamos al Señor nuestra más profunda gratitud, alabanza y súplicas. Seguidamente, fuimos a cenar durante la cual se clausuró oficialmente la asamblea. Se termina nuestra asamblea, comienza nuestra tarea, sobre todo, comprometernos con nuestro Señor que quiere hacer su obra a través de nosotros. Aunque seamos cada vez menos, tenemos esperanza, porque en Dios es nuestra esperanza y esta esperanza, enraizada en Él nunca defrauda. Alabanza y acción de gracias sean dadas a nuestro Señor por este maravilloso encuentro.  Que el Señor haga fructificar en nuestro diario caminar lo que acaba de sembrar en nuestras vidas.  A.M.D.G.

 

Filipinas, 23 de Septiembre del 2024

 

 

 

 

 

Hna. Remedios A. Cerillo SdJ