Desde aquél 25 de julio de 1871, en que María Josefa Sancho de Guerra llegara a Bilbao acompañada de otras dos jóvenes: Sacramento Miguel Mansilla y Concepción Dávila García, las Siervas de Jesús no hemos recibido sino beneficios de esta querida ciudad, comenzando por el Venerable D. Mariano José de Ibargüengoitia, quien sería el director espiritual y Cofundador de la naciente Congregación.
Movida por su ardiente amor a Dios y al prójimo, Santa María Josefa y las primeras Hermanas se dedicaron de lleno al servicio a los enfermos y la Villa de Bilbao supo apreciar su entrega y sacrificio en favor de los más necesitados. En efecto, las Hermanas, estuvieron a cargo del Hospital de Triano (1882), el de La Arboleda (1890) y el Sanatorio Bilbaíno, hoy propiedad de la Congregación (1894). En el primero de ellos trabajó como médico D. Enrique de Areilza quien pensó rápidamente en las Siervas de Jesús. Juntos tuvieron que hacer frente a terribles epidemias como la que asoló Vizcaya en 1885. El Dr. Areilza se convirtió en el médico de cabecera de la Madre María Josefa.
En 1878 las Siervas de Jesús se alojaron definitivamente en la casa de una gran bienhechora bilbaína: Dñª Teresa Abarrategui, situada en la C/ La Naja, lugar que sería la Casa Madre de la Congregación. Y como la familia religiosa crecía, en 1892 se encomendaron las obras de una nueva residencia a Joaquín Rucoba, el arquitecto del teatro Arriaga y el salón árabe del Ayuntamiento.
Años más tarde, el 12 de diciembre de 2012, el entonces Alcalde de Bilbao, D. Iñaki Azkuna, hizo entrega en el salón árabe del Ayuntamiento de la B de “Bilbaínos Ilustres”. Ese año, entre los galardonados estaba Madre María Soledad García, Superiora General de las Siervas de Jesús. D. Iñaki le dijo: “Sois las buenas samaritanas” del siglo XXI.
Con el paso del tiempo las Siervas de Jesús han cumplido 150 años de fundación y nuevamente, el 28 de julio de 2021 han visitado el salón árabe del Ayuntamiento invitadas por el Sr. Alcalde D. Juan Mari Aburto Rique, quien, junto a los Concejales: Dñª Amaia Arregi, D. Gonzalo Olabarria y D. Juan Ibarretxe, recibieron a Madre Martina Espinal, Superiora General y a su Consejo. En el encuentro, que fue de una exquisita amabilidad, D. Juan Mari agradeció la labor que la Congregación realiza en Bilbao en el campo socio-sanitario, e hizo entrega a Madre Martina de una placa conmemorativa.
Es un largo recorrido de mutuos beneficios y agradecimientos, ya que las Siervas de Jesús no hemos recibido sino beneficios de esta querida ciudad, en la que queremos seguir sirviendo con Amor y Sacrificio.
El ideal de una Sierva de Jesús es servir y poder seguir haciéndolo toda la vida. Servir a Cristo en los enfermos y necesitados, en la noble ciudad de Bilbao y en todo el mundo.
Siervas de Jesús de Bilbao