Primero viven en la calle de la Esperanza. Después pasan a la calle de la Ronda. María Josefa recordará siempre los inicios y dirá que aunque fueron escasos en bienes materiales, fueron abundantes en frutos del Espíritu.
Con el tiempo consiguen la finca de la calle de La Naja, ya que las vocaciones aumentaban y el piso de la Ronda quedaba pequeño. Las llamaban de muchos sitios, cada vez eran más los que pedían a las Siervas de Jesús y sus servicios. Las jóvenes que seguían a María Josefa, imitando su entusiasmo y celo por la salvación de las almas, estaban inaugurando la espiritualidad de las Siervas de Jesús: ser reflejos de la misericordia del Corazón de Jesús con los enfermos.
El día 9 de junio de 1874 reciben la primera Aprobación Diocesana, y la Aprobación Pontificia el 8 de enero de 1886.
Habían transcurrido 15 años desde aquel día en que, para gloria de Dios, comenzaron su andadura en Bilbao.
En mayo de 1887, después de terminar los Ejercicios Espirituales dirigidos por el P. Tomás Gómez, jesuita, fundador de la Universidad de Comillas, hicieron la Profesión Perpetua, María Josefa y las cuatro coofundadoras.
El Instituto se consolidaba y María Josefa, que en religión toma el nombre de Sor Corazón de Jesús, extiende su obra por España y América.
Fueron 42 las fundaciones llevadas a cabo durante su vida. No sin dificultades, el AMOR Y SACRIFICIO se siente en todos los lugares donde, estas mujeres valientes, generosas y enamoradas de Dios, llevan a los enfermos la buena noticia del Evangelio.
La primera fundación de Madre Corazón, como popularmente se la conocía, fue el Hospital de Castro Urdiales (Santander). Su última fundación fue en Concepción (Chile), haciendo así realidad su sueño de fundar en América.