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CONGRESO DE VOCACIONES – MADRID, 7 AL 9 DE FEBRERO 2025

Urge una cultura vocacional, porque nos estamos debilitando”

Van pasando los días y aún me dura la emoción del fin de semana vivido en el Madrid Arena, con el trasiego de gente, los hábitos de un color y de otro, y hasta los Obispos en el Metro, acompañando con sencillez a sus diocesanos; un subir y bajar de escaleras, talleres por aquí por allá, pasillos llenos de gente… y en el murmullo se oían los comentarios, todos movido por una sola pregunta, la que enmarcó este Congreso Vocacional ¿Para quién soy? He aquí la pregunta clave que todo joven debe responder con valentía y compromiso; también pregunta clave de toda vocación. Y la respuesta es para toda la vida, sea la vocación que sea: religiosa, sacerdotal, laical, matrimonio; donde solo hay una respuesta verdadera ¡Para Dios y para los demás!

Gracias por esta oportunidad que me han dado de participar. La vocación es un tema que me apasiona y este Congreso ha logrado hacerme sentir la “frescura vocacional”, no solo en mí personalmente, sino en toda la Iglesia que peregrina en España. Hablar de este tema en una sociedad donde la auto referencialidad es lo que vale, hablar de para quien soy, ese soy que se convierte en un tú, en nosotros. Por ello la invitación ha sido clara: estamos llamados a generar una cultura vocacional siendo personas vocacionadas, siendo “apóstoles de vocaciones”.

Y ¿cómo se logra esto?

Con Provocación-Convocación. La provocación es la capacidad de crear reacciones en aquellos con quienes compartimos nuestra vida. Somos mediadores de vocación para otros y esto supone un trabajo evangelizador que debe llevar a la persona provocada y convocada a la experiencia personal de Dios, a la experiencia de Dios desde la realidad que nos rodea y a la experiencia de comunitaria de Dios. La provocación y convocación implican acompañamiento y discernimiento vocacional. Ésta es una de las ideas con las que me quedo, de las muchas que se han dicho aquí.

Solo me decir que también ha sido una oportunidad de encuentro con mis hermanas Siervas de Jesús de otras comunidades con quienes me reencontré y viví felizmente estos días de comunión. Ha sido un gustazo verlas y sentir el deseo de seguir creando una cultura vocacional, apostar por las vocaciones y seguir amando a los jóvenes.

Y viniendo de nuestra comunidad de Vallecas ¡cómo no sentir la emoción al escuchar las palabras del Obispo D. Luis Arguello en la Misa de clausura! Después de invitar a los asistentes a la Eucaristía a ofrecer una antropología de comunión como referencia de la vida cristiana, dijo: “Viviremos una presencia en la que la comunión y el encuentro superarán las polarizaciones. Viviremos una presencia en el que el curar las llagas de los pobres nos curará nuestras propias heridas como Iglesia, nuestros propios pecados de los que hemos de pedir perdón”.

Y ha terminado la homilía con una petición y una invocación: “…acordémonos de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde somos convocados:  Duc in altum, a lo alto, a lo ancho, a lo hondo, para responder a la pregunta, ¿para quién soy yo? Ya sabemos la respuesta: Para el Señor, en los hermanos”.

¡Gracias, de todo corazón!

 

 

Sor Myriam Guadalupe Reynoso Flores SdJ,

Madrid Vallecas, 11 de febrero 2025.