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Siervas de Jesús, esperanza en un mundo herido”

Llegó el día tan esperado: la celebración del IX Capítulo Provincial de la Provincia de San Ignacio. El Espíritu Santo hizo su obra en cada una de las capitulares durante estos días de gracia, en los que tuvimos la dicha de contar con la presencia de la Rvda. Madre Martina Espinal, Superiora General, presidiendo el Capítulo.

Del 12 al 18 de septiembre, en Loja (Ecuador), tuvo lugar la celebración del Capítulo Provincial. El día 10, con la alegría en el corazón, fuimos al aeropuerto de Catamayo a dar la bienvenida a Madre Martina Espinal y a Madre Adriana Mendoza, Secretaria General, quienes muy temprano llegaron a estas tierras ecuatorianas, que han sido bendecidas con la celebración del 53° Congreso Eucarístico en la ciudad de Quito, con el lema: “fraternidad para sanar el mundo”.

En la comunidad, las Madres y Hermanas las estaban esperando con la alegría de sentirnos unidas por un mismo ideal. Le dimos la bienvenida con el canto: “Dichosos son los pies del mensajero que anuncia la paz”. Seguido del saludo fraterno, pasamos a la capilla de la comunidad, donde dimos gracias a Dios por la llegada de nuestra Madre General.

El mismo día 10 por la tarde, comenzamos con la celebración de los 25 años de vida religiosa de nuestra Hermana Fanny Cabrera. La acompañamos con una Hora Santa, dando gracias a Dios por su vida y vocación. Al día siguiente tuvimos la Eucaristía, siendo acompañada de las Madres, Hermanas, familiares y amigos.

El día 12, comenzó el Capítulo Provincial con la celebración de la misa votiva del espíritu Santo, que fue presidida por el Rvdo. P. Silvio Vega, sacerdote diocesano, capellán de la Comunidad, quien nos habló de la importancia del amor y la escucha, en este momento especial para cada una de nosotras, Siervas de Jesús.

Seguido de la Eucaristía, el P. Silvio nos habló de la virtud de la esperanza, ya que el lema del Capitulo era: “Siervas de Jesús, esperanza en un mundo herido”. Resaltó nuestra misión de entrega con Amor y Sacrifico a los enfermos, ancianos y niños; una vocación que rompe esquemas. Destacó la necesidad de cuidar nuestra vocación y misión, evitando realizarla mecánicamente para no caer en el vacío. Recomendó la práctica de la esperanza cada día, porque si no hay esperanza no tiene sentido la vida. La esperanza debe ser probada, para alimentarla y fortalecerla.

Los días siguientes, a la luz del Espíritu Santo, fuimos viendo las fortalezas y debilidades de nuestra Provincia.

Sólo nos queda dar gracias Señor por hacerse el encontradizo y animarnos a caminar con alegría hacia nuestra meta.

Finalizamos el  Capítulo el día 18 con una Eucaristía de acción de gracias, por todas las experiencias vividas, por todo lo aprendido y nos encomendamos mutuamente para  hacer vida lo que interiormente nuestro Dios nos pide. La Eucaristía fue presidida por el P. Silvio Vega, quien nos animó a escoger el carisma mejor: el amor, que va unido al sacrificio, y a dar fruto en nuestras comunidades.

Agradecemos a Dios, grande y misericordioso, por cada detalle de su amor, por hablarnos al corazón e invitarnos a escoger la mejor parte: a estar con Él. Desde esa experiencia seguimos caminando hacia el XXII Capítulo General, acompañadas de nuestra Santa Madre, María Josefa del Corazón de Jesús,  que cuida de sus hijas desde el cielo.

 

 

 

Hna. Carmela Cieza Tarrillo, SdJ.

Loja – Ecuador, septiembre 2024