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«Cuidar de él».

(San Lucas 10, 33)

El día 11 de febrero, celebramos la Jornada Mundial del Enfermo, con la que las Siervas de Jesús, por carisma, estamos totalmente identificadas, ya que “somos Siervas de Jesús de la caridad hacía nuestros hermanos a cuyo servicio nos entregamos para aliviarles en sus dolores y enfermedades, y sobre todo para procurarles la salvación eterna por la cual Jesucristo entregó su cuerpo y derramó su sangre. “Vamos a la cabecera del enfermo impulsadas por la caridad, permanecemos allí por la caridad y nuestro fin es la caridad” (Constituciones, Art. Nª 6)

El Papa Francisco, en su mensaje para la XXXI Jornada Mundial del Enfermo, dice:

La enfermedad forma parte de nuestra experiencia humana. Pero, si se vive en el aislamiento y en el abandono, si no va acompañada del cuidado y de la compasión, puede llegar a ser inhumana. Cuando caminamos juntos, es normal que alguien se sienta mal, que tenga que detenerse debido al cansancio o por algún contratiempo. Es ahí, en esos momentos, cuando podemos ver cómo estamos caminando: si realmente caminamos juntos, o si vamos por el mismo camino, pero cada uno lo hace por su cuenta, velando por sus propios intereses y dejando que los demás “se las arreglen”. Por eso, en esta XXXI Jornada Mundial del Enfermo, en pleno camino sinodal, los invito a reflexionar sobre el hecho de que, es precisamente a través de la experiencia de la fragilidad y de la enfermedad, como podemos aprender a caminar juntos según el estilo de Dios, que es cercanía, compasión y ternura…

A la Stma. Virgen de Lourdes, en su fiesta, le pedimos que cubra con su manto de ternura a todos los enfermos y a los que dedican su vida cuidarles.

S. M. D. B.

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