
En la Nochebuena del año que hemos finalizado 2024, el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, iniciando oficialmente el Jubileo de la Esperanza 2025.
En esta Noche Santa, el Vicario de Cristo resaltó, que “El Jubileo se abre para que a todos les sea dada la esperanza del Evangelio, la esperanza del amor, la esperanza del perdón”. Y añadió: “Hermana, hermano, en esta noche la ‘puerta santa’ del corazón de Dios se abre para ti. Jesús, Dios con nosotros, nace para ti, para nosotros, para todo hombre y mujer. Y con Él florece la alegría, con Él la vida cambia, con Él la esperanza no defrauda”.
La peregrinación hacia las Puertas Santas de las basílicas papales en Roma es un acto central del Jubileo.
El Papa Francisco abrió la de la Basílica de San Pedro y en días sucesivos se han abierto la Puerta Santa en la cárcel de Rebibbia, en la iglesia del Padre Nuestro, la Puerta Santa de la Basílica de San Juan de Letrán, la Puerta Santa de la Basílica de Santa María la Mayor, y la última, la Puerta Santa de la Basílica de San Pablo de Extramuros.
Las Madres y Hermanas de la comunidad de Roma han peregrinado hasta las Puertas Santas de San Pedro y San Juan de Letrán para alcanzar la gracia del Jubileo. Junto a otros peregrinos, llevando la Cruz jubilar, han caminado en un ambiente de fervor, oración y cantos hasta llegar a la Puerta Santa. Una vez dentro de la Basílica, en concreto la de San Pedro, se rezó por las intenciones del Santo Padre y una vez llegados a la tumba del apóstol San Pedro, se hizo la profesión de fe. Se concluyó con la bendición del sacerdote.
Es una experiencia de gozo, de gracia y de perdón, es la misericordia desbordante de Dios. Es el tiempo de la esperanza para todos.
Comunidad de Roma, Siervas de Jesús