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Varias de las jóvenes Siervas de Jesús de la Caridad que han participado en la Peregrinación de jóvenes en Santiago dan su testimonio de este maravilloso encuentro. “¡Joven, levántate y se testigo!”

 

✒️Es difícil expresar con palabras todo lo vivido en la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ), que hemos hecho del 3 al 7 de agosto en Santiago.

Durante las mañanas hemos estado en distintas parroquias y a nosotras nos ha tocado la parroquia de San Fernando; realizando distintas actividades como: rezo de Laudes, catequesis, siendo el encargado de darla cada día un Obispo (Mons. Argüello, Mons. Iceta y Mons. Jesús Sanz), después de cada catequesis compartimos en grupo nuestras vivencias, experiencias de fe etc., también hubo lugar para testimonios de muchos jóvenes y terminábamos la mañana con la Eucaristía.

Por la tarde teníamos distintos talleres como: El arte de enseñar orar, el beso de Dios, corazón adorador, música y liturgia, el kerigma, discernir con la Palabra de Dios.

Y por las noches participamos con gran alegría en conciertos y vigilias de oración, con miles de jóvenes.

El sábado 6 de agosto por la tarde subimos al Monte del Gozo, a la vigilia de oración y también allí tuvimos el domingo la clausura con la celebración eucarística de envío: “Jóvenes, no olvides las sandalias de la esperanza en la vida».

Estas experiencias las he vivido con mis hermanas Siervas de Jesús, vivir juntas, compartir y ayudarnos las unas a las otras, ha sido de gran riqueza y quiero decir que estoy enamorada de mí Congregación de Siervas de Jesús. Hna. Elizabeth Estela SdJ.

 

✒️Esta experiencia ha renovado mi fe y compromiso con Dios y a través de los testimonios de los jóvenes Jesús ha querido mostrarme su presencia; escuchando los milagros que Dios hace en la vida de las personas, me he sentido también yo amada, mirada y tocada por un Jesús misericordioso.

Después de estos días de encuentro puedo decir con alegría que tengo cada día más sed de Dios, sed de vivir con plenitud la Eucaristía, confesión y adoración. Jesús es tan grande y bueno que me demuestra su cariño y ternura permitiéndome compartir la fe con miles de jóvenes, jóvenes con un corazón sediento de Dios y de verdad.

Ahora, me siento enviada por Dios a trasmitir a los demás que Jesús está vivo, que tiene poder de transformar nuestras vidas, que es siempre nuevo y que nos ama con amor eterno.

✒️He grabado en mi mente y corazón el rostro de muchos jóvenes, ellos me recuerdan que tengo que tenerlos presentes en mis oraciones, y también a todos los jóvenes que no conocen a Dios. Por todo doy gracias a Dios, como dice Santa María Josefa: “Sean agradecidas; la gratitud trae consigo nuevos beneficios” (Max 5 de febrero). Hna María Elda Gordillo SdJ.

 

✒️En todo hay paz menos en el corazón del hombre´´ recordaba que decía el Hno. Rafael, mientras en nuestro viaje hacia Santiago de Compostela veíamos el verde paisaje de Cantabria, Asturias y Galicia pero, si tuviera que describir cómo me he sentido en estos días de la PEJ (Peregrinación Europea de Jóvenes) ha sido con el corazón lleno de paz, pues el simple hecho de estar allí me devolvía la gran certeza de que Dios me quiere, me cuida, ha hecho una alianza conmigo regalándome la fe y la vocación y por su parte esa promesa no se romperá.

Si tuviera que rescatar un momento sería durante la Comunión, en la misa de clausura en el Monte del Gozo, mientras escuchaba una canción de mi adolescencia que habla de la viña en la que Jesús sigue esperando y creyendo en ella: “¿Cómo te pagaré todo el bien que Tú me has hecho Señor?” Hacía tiempo que no lloraba de alegría, creo que desde los comienzos de este peregrinar como Sierva de Jesús, y allí, en el Monte del Gozo, las lágrimas de agradecimiento me brotaron solas tras haber recibido el perdón y la Comunión.

Otro momento memorable fue en la vigilia de oración. Éramos miles de jóvenes, en silencio, ante el Santísimo: “Nadie como ÉL”. Días de renovación a través del canto, la risa, la fraternidad, el compartir la fe… el Cardenal Antonio Dos Santos nos puso como ejemplo a San Carlos de Foucauld, “el hermano universal” y si de algo he sido testigo estos días es de la universalidad de la Iglesia y la universalidad en nuestra Congregación, pues sólo Dios hace posible ese milagro. Hna. Susana Mallo, SdJ.

 

✒️La experiencia de participar en la PEJ, del 3 al 7 de agosto en Santiago de Compostela, ha sido para mí un sueño que se ha hecho realidad.

Empezamos el viaje el día 2 por la mañana, desde la Casa Madre (Bilbao), con Madre Blanca Alonso y las demás hermanas que formábamos parte en este grupo. Al pasar por Oviedo fuimos a visitar a las Hermanas de nuestra comunidad, y nos recibieron con los brazos abiertos. Con Madre Teresa y Hermanas compartimos unos momentos preciosos.

El día 3 por la tarde se inauguró la PEJ en la plaza del Obradoiro, ante la Catedral, con un acto oficial de bienvenida, por Mons. Julián Barrio, Arzobispo de Santiago.

Los días siguientes, del 4 al 6 por la mañana, teníamos en la parroquia de San Fernando, catequesis, testimonios, trabajo en grupos, guiados por los Arzobispos de Valladolid, Burgos y Oviedo y por las tardes teníamos otras actividades, talleres y celebraciones.

El último día, domingo 7, tuvimos Misa de envío y clausura de la PEJ en Monte del Gozo. Presidió la Eucaristía el Card. Dos Santos Marto, Legado Pontificio para este Encuentro. Concelebraban 55 Obispos y cerca de 400 Sacerdotes. Vivir una celebración así fue un gozo inmenso.

Para mí estos días vividos en Santiago de Compostela han sido días de gracia y crecimiento espiritual, de una manera inolvidable. Hna. Janet Wambua, SdJ.

Ha sido un gran regalo haber participado en este Encuentro de Jóvenes en Santiago de Compostela, una experiencia maravillosa que me fortalece y renueva en la fe y en mi vocación.

Surge en mí un cántico de acción de gracias porque Cristo vive, vive en el corazón de los jóvenes de hoy. Me llena de alegría y esperanza ver a tantos jóvenes en busca de la Verdad, ver tantos rostros iluminados con la luz de Cristo, con una alegría que solo puede venir de Dios.

Han sido momentos para recordar siempre y que sin duda son un impulso para ir adelante, con las sandalias de la esperanza y la alegría del Evangelio, siendo testigos de la Resurrección de Cristo.

Ha sido ocasión para dar gracias por la vida consagrada, por mis hermanas Siervas de Jesús, por el don de la fraternidad. Hna. Massiel Jiménez SdJ.

Gracias le doy a Dios, infinitamente bueno, por permitirme vivir la PEJ22, experiencia que toca el corazón, lo ensancha y lo llena de alegría y gratitud.

Ver a tantos jóvenes cantando, saltando, alabando y adorando a Dios, me ha edificado. En especial, al escuchar sus testimonios, cuando compartía con ellos en los talleres, en las catequesis de las mañanas, al escucharles sus experiencias de encuentro con Dios y de conversión, verlos cantar y adorar con tanto fervor…

También, uno de los momentos que más me ha marcado y que lo recordaré siempre es el compartir con mis hermanas, Siervas de Jesús. Salir todas juntas con ilusión al encuentro de los jóvenes, siendo partícipes del mismo carisma, de la misma familia y transmitiendo el amor de Dios y la alegría de ser hermanas compartiendo la fe, las experiencias y la vida de cada día. ¡Gracias, hermanas, porque siempre serán parte de mi historia y fortaleza en mi vocación! Hna. Libiseth Piedra SdJ 

 

✒️Con más de doce mil jóvenes hemos participado en la Pej en un clima de oración y fraternidad, viviendo la alegría que caracteriza a la juventud, hemos disfrutado de una hermosa catequesis, de vigilia de oración, de compartir entre nosotras talleres, música y testimonio de los jóvenes, que nos ayudan a avivar nuestra fe y a confiar más en Dios, sabiendo no nos deja solos a pesar del cansancio, las fatigas diarias, Él nos dice: «Joven, levántate y se testigo de esperanza».

El día seis de agosto por la noche nos reunimos más de doce mil jóvenes en el Monte del Gozo, en un clima festivo y un ambiente lleno de alegría para participar en la vigilia de oración, para rezar y pedir a Dios por los frutos de este hermoso encuentro. A pesar de que muchas de las hermanas no nos conocíamos, vivimos la alegría del encuentro en fraternidad y paz, ya que hacen faltas estos encuentros que nos animan a ver el mundo de otra manera y de saber que la vida religiosa sigue siendo sembradora de esperanza para cuantos nos rodean, dando ejemplo de Siervas de Jesús y de la alegría de ser llamadas a vivir el amor de Dios en nuestros hermanos, a no sentirnos solas porque Dios siempre está con nosotros. Hna. Carmen Victoriano SdJ.

La PEJ: una renovación desde dentro.

✒️Encontrarme con jóvenes venidos de ambientes cristianos y no tanto, pero todos decididos a encontrarse cada vez más con el Resucitado, con una vida de entrega radical a la oración y a la evangelización, ha sido para mí motivo para cuestionar mi vida como cristiana y como consagrada. De hecho, veía su determinación a aprovechar los espacios de oración al máximo y cómo ponían sus dones para animar estos momentos. Y eso me hizo pensar: y yo, ¿Cuántas ganas tengo de rezar y compartir estos momentos? ¿Cómo estoy viviendo el Evangelio y mi consagración hoy? ¿Sigo buscando a Jesús en verdad? ¿Qué testimonio doy de Él en mi comunidad/mi parroquia frente al desafío del relativismo y de la tibieza? La verdad es que el testimonio de los jóvenes y las catequesis me han llevado a replantearme la necesidad de renovar mi búsqueda del Señor y mi entrega cada día, puesto que me he visto como dormida en varios aspectos.

Por otra parte, el compartir estos días con nuestras hermanas Siervas de Jesús, viendo el desvelo de cada una para preocuparse de las demás, de esperar, de madrugar para que todo estuviera a punto, de animarse… me ha reafirmado en la llamada diaria a vivir el «Amor y Sacrificio «, primero en el servicio y atención entre nosotras, aportando mi contribución para embellecer y enriquecer a la comunidad, a la Congregación. Gracias Madres y Hermanas por favorecer este encuentro. ¡¡¡DIOS se lo pague!!! Hna. Marie Paule Zobo SdJ.

 

✒️La Peregrinación Europea de Jóvenes a Santiago fue una experiencia llena de gracias y bendiciones del Señor; al mismo tiempo de fortalecer mi vida de fe y vocación, en este tiempo de formación para la profesión, al ver tantos jóvenes en busca de Dios y de la Verdad, en ese amor tan pleno que nos da alegría y paz en todas las circunstancias de la vida.

También las catequesis que nos dieron los Obispos fueron muy profundas ya que me llevaron a cuestionarme y al mismo tiempo a una mayor apertura y docilidad a la gracia del Espíritu Santo.

Doy gracias al Señor por estos días de bendición en mi vida, gracias a Madre Blanca y Sor Carmen y a todas las Madres que hicieron posible esta nueva experiencia, que nunca hubiera imaginado… ¡Dios les pague! Hna. Betty Pérez SdJ

 

✒️Estar en Santiago de Compostela participando en la PEJ ha sido una experiencia de encuentro con Cristo, en donde en medio de una gran muchedumbre de jóvenes me dirige la mirada como Él lo sabe hacer, para hablar y caldear el corazón y puedo descubrir cuánto me ama… y me vuelve a llamar, a la vez que me invita a seguirle, a estar con Él.

Ahí he encontrado jóvenes que buscan a Cristo, otros que se han encontrado y vibran de amor por Él, es más, no quieren que este encuentro quede estancado, lo han sabido cultivar y alimentar con la oración, los Sacramentos, la vida de piedad y ayudan y animan a los demás jóvenes a experimentar el amor y la misericordia, el abrazo de Jesús.

He visto a Cristo en tantos jóvenes que, pese al duro camino, llegan al Obradoiro con el rostro alegre, con gozo, cantando y alabando el Nombre de Jesús, con sus sacerdotes y Obispos en cabeza.

Me ha conmovido el testimonio de tantos jóvenes (como el de nuestra hermana Susana); escucharlos es descubrirme y hacer un examen de cómo vivo yo mi fe, mi seguimiento a Cristo como consagrada.

Hay tantas experiencias vividas en este Encuentro, con Cristo, con los jóvenes, con mis hermanas Siervas, tesoros y vasijas sagradas en la Iglesia. Todo ha dejado huella en mi corazón. Hna. María Brisaida Barahona SdJ.