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La Hospitalidad murciana de nuestra Señora de Lourdes ha realizado un año más su peregrinación al Santuario mariano del 22 al 25 de junio. Junto a este numeroso grupo de hospitalarios, enfermos y peregrinos hemos tenido la oportunidad de participar 3 Siervas de Jesús. Estos días vividos en la presencia de María han sido una verdadera experiencia de fe y de Iglesia para cada una de nosotras, en la que nos hemos sentido acogidas, primero por la Virgen y también por esta Hospitalidad a quien acompañaba el obispo de Cartagena Mons. José Manuel Lorca Planes. Hemos podido conocer más de cerca la historia de Santa Bernardita Soubirous y de las apariciones. También hemos compartido junto a los enfermos, a los niños, a los jóvenes y a todos los hospitalarios momentos tan preciosos como la Eucaristía, la Unción de los Enfermos, la Adoración del Santísimo, la procesión de las antorchas, el gesto del agua… en el que hemos sido testigos de recibir «gracia tras gracia´´ y ver cómo los enfermos y cuantos les hemos acompañado sentían la paz y la alegría que sólo el Señor puede dar. Como expresaban los chicos y chicas de la Hospitalidad Joven en la Vigilia preparada por ellos:

El lema del Santuario de este año es: “Que se venga aquí en procesión”. Todos los que estamos aquí presentes hemos venido a este lugar, no convocados por nuestro amigo, nuestro padre, o nuestra abuela, sino convocados por Dios y por la Virgen. Debemos pensar cada uno: Dios me ha traído hasta aquí en peregrinación, en este momento y a este lugar. Da igual si es tu primera vez, tu tercera vez, o si llevas toda la vida viniendo. Si Dios te ha llamado este año aquí es porque quiere hacer cosas nuevas contigo. No es casualidad, ni es inercia, no es satisfacer el deseo social de hacer un voluntariado, ni es el cumplimiento anual de una obligación formal. Es sólo y exclusivamente el amor de Dios y su deseo de encontrarse con tu corazón lo que te ha traído. No te engañes ni lo infravalores. ¡Has sido llamado por Dios, enhorabuena! (…)

 Cuando hago una revisión de mi vida, me doy cuenta del peso que le doy al sufrimiento, como si nublase todo lo bueno que Dios me regala. Parece que tiene más peso esa pequeña situación que me hace sufrir que la inmensidad de gracias que recibo diariamente. ¿Lo habéis pensado alguna vez? Normalmente la primera reacción que tengo frente al sufrimiento es el rechazo y el enfado. Cuando me toca enfrentarme de cara a él, no logro entender su sentido. Sin embargo, la primera persona en la que pienso siempre para mendigar ayuda es en la Virgen. Ella ha sido siempre mi primer grito de auxilio. ¿Harías tú lo mismo? Así como un niño acude al abrazo de su madre cuando tiene miedo, así acudo yo a mi madre del Cielo. Esa condición de madre de la humanidad que adquirió a los pies de la cruz junto al discípulo amado. ¿No os pasa que en María encontráis refugio? Es la ternura materna que necesita mi corazón cuando anhela consuelo´´.

Damos gracias a Dios por estos días vividos en Lourdes en los que hemos tenido muy presentes a toda la Congregación, a nuestros enfermos, niños, ancianos y familiares. Que Nuestra Señora de Lourdes siga siendo nuestro refugio.

 

Hna. Susana Mallo, SdJ.