
El 27 de abril, Domingo de la Divina Misericordia, el Noviciado de América, en Villa Lugano, se llenó de fiesta y alegría por un motivo muy especial: los primeros votos de sor Estefanía Dote.
El día 27 de abril, Domingo de la Divina Misericordia, nuestro Noviciado de América, en Villa Lugano, se vistió de fiesta por los primeros votos de nuestra hermana Estefanía Dote.
Fue un día lleno de alegría y fraternidad, un compartir familiar con sus padres y hermana que vinieron de Chile; nos acompañaron también las hermanas de las comunidades de La Plata y de Buenos Aires, los Siervos Laicos y amigos de la comunidad.
“La paz no es ausencia de problemas… es la presencia de Jesús.”
Presidió la Eucaristía nuestro párroco, el Padre Gabriel Marronetti, y concelebraron el Padre Oscar, Padre Miguel y el Diácono Jaime.
En la homilía, el Padre Gabriel nos compartió una frase que se repite en el Evangelio de ese día que era: “La Paz esté con ustedes”; y para nosotros la paz no es ausencia de problemas, o ausencia de guerras, la paz siempre es una presencia que nos ayuda, que nos auxilia, es la presencia de Jesús.
También, el Evangelio nos presenta a Tomás, que no puede creer en la Resurrección; las dudas son parte de la fe. Toda persona de fe en algún momento duda, y eso es muy humano. Lo bueno de Tomás es que fue auténtico con lo que le estaba pasando y manifestó su duda.
“En la comunidad, nos sostiene la fe cuando estamos consolados y nos dejamos sostener por la fe de los demás cuando estamos pasando momentos de dificultad.”
Lo segundo que le debemos a Tomás es que permaneció en la comunidad. No iba tanto como antes, pero siguió yendo. En la comunidad, nos sostiene la fe cuando estamos consolados, y nos dejamos sostener por la fe de los demás cuando estamos pasando momentos de dificultad.
Al final del Evangelio hay una bienaventuranza que dice Jesús: “Felices los que creen sin haber visto”, como todos nosotros, que no vimos físicamente a Jesús, pero que tenemos la certeza de que está vivo y en medio de nosotros.
Nos invitó a acompañar a Sor Estefanía, ya que también es una elegida por Dios. Diciéndole que Dios la elige para estar con Él en cada paso que da, en la oración y escuchando la Palabra del Señor todos los días, así como cuando los discípulos buscaron a Jesús y los llamó para estar con Él.
“Te llamó para ser parte de una comunidad y para una misión concreta.”
Seguía diciendo: eres elegida para ser parte de una comunidad. Jesús no dejó libros, no dejó hijos, hizo comunidad. Y una comunidad concreta, con los apóstoles que eran bastante distintos, como tu comunidad, formada por hermanas de distintos países. Y además, que se renuevan constantemente. Te llamó para ser parte de una comunidad y para una misión concreta.
Después de la Eucaristía ofrecimos un pequeño compartir en nuestro jardín, donde pudimos compartir con fraternidad y alegría.
Damos gracias a Dios, a la Santísima Virgen y a nuestra Santa Madre Corazón por el paso al Juniorado de nuestra querida hermana Estefanía, acompañándola con nuestra oración para que siga haciendo siempre la voluntad del Señor con amor y por amor a Él.
Nuestra más cariñosa felicitación a nuestra Hermana, Sor Estefanía, que ya pasó a su nueva comunidad. Pedimos por ella al comenzar su nueva etapa de vida religiosa, por su perseverancia, para que siga respondiendo con generosidad a su vocación de Sierva de Jesús de la Caridad.
A nuestro Dios, autor de toda vocación, sea la gloria y la alabanza por los siglos.
Noviciado de América
Villa Lugano.
Bs. As.